Buenos días a todos: No sé ni por dónde empezar... No sé si sabréis que un grupito de 4 personas (+2) estábamos esperando a realizar la Observación más deseada de todas desde hace 2 años. Como os imaginaréis, fue cancelado en su día por el cierre de fronteras y pensábamos que la ocasión de visitar Treloweth School nunca llegaría. Pero llegó, y ha sido una de mis mejores experiencias de los últimos años. Siempre decimos que la oportunidad que nos da el CFPI es única, y entrar a observar las estrategias tan maravillosas que usan nuestros compañeros de Castilla y León es algo que tenemos que valorar y explotar al máximo, pero si además se añade el factor humano de compartir con observadores y expertos, entonces la oportunidad se convierte en una experiencia de diez y es exactamente lo que ha ocurrido en este viaje. A pesar de empezar de manera accidentada, de la larga espera y el largo viaje en coche desde Londres a Truro (más de 5 horas), por fin llegamos a nuestro destino. Afortunadamente tuvimos el domingo para explorar la ciudad y estirar las piernas, conocernos más y empezar a compartir experiencias docentes desde el primer momento. Bueno, de hecho empezamos mucho tiempo antes ya que gracias a las redes sociales ya habíamos compartido truquitos, opiniones y debates sobre educación antes de conocernos en persona. El lunes empezamos la visita en el cole. Su amable jefa de estudios nos estaba esperando para hacernos una visita rápida por el centro y confirmarnos nuestros horarios para empezar cuanto antes. Y así fue. Cada sesión, aproximadamente, pudimos entrar en las clases desde 6º hasta 1º. Desgraciadamente, en mi caso, y por cuestiones de bajas y algún que otro cambio de última hora no pude observar las clases de infantil, algo que me habría encantado. Desde el minuto uno comenzamos a tomar nota de la organización de las clases, la disciplina innata que parecen tener los alumnos, ¡el silencio!. Es increíble lo bajito que hablan tanto profes como alumnos, a veces a penas podíamos oír lo que decían. Los medios de los que disponen: un Teacher Assistant en cada clase, materiales de todo tipo y colores, una cámara para proyectar en la pizarra lo que dibuja, manipula o lee el profesor, smartboards en cada clase, biblioteca de aula llena de lecturas atractivas, pósters con fotocopias y murales a todo color por todas partes... Está claro que hay muchas cosas que envidiar. La manera de organizar las clases también es diferente. Las sesiones son flexibles puesto que es la profe de aula la que se encarga de dar todas las materias excepto Educación Física y español, que por cierto imparten durante únicamente media hora a la semana y se reduce a aprender palabras sueltas de vocabulario y algún que otro aspecto cultural. En eso les llevamos bastante ventaja. Además, los profes no salen al recreo, son las Teacher Assistant (TA) las que acompañan al alumnado, así que el profe tiene tiempo de corregir, preparar material o revisar tareas en esos ratos. Por cierto, tienen mini recreos de 15 minutos entre clases y el hecho de que todas las aulas tengan acceso directo al patio les permite que puedan salir siempre que quieran y sin importar si se retrasan 5 o 10 minutos, puesto que siempre tienen al TA para acompañarlos sea la hora que sea. Las primeras sesiones las dedican a trabajar lengua, matemáticas y lectura. Nos indicaba la jefa de estudios que es su prioridad ahora mismo puesto que están teniendo muchas ausencias debido a la Covid. Cada día antes del almuerzo tienen una sesión que dedican a lectura o a hacer actividades de comprensión lectora que, en ocasiones, son responsabilidad de la TA la cual va sacando en grupos a ciertos alumnos. Las sesiones después del recreo son las que dedican, a decisión de la profe, a realizar proyectos de ciencias, plástica, historia, geografía o música. Me sorprendió que tienen mucha libertad para decidir a qué lo dedican y el tiempo que dedican a cada proyecto. Está claro que su currículum es mucho más flexible que el nuestro. Otro aspecto que quedó claro es la obligada coordinación entre profes de nivel. El hecho de trabajar sin libros de texto en todas las áreas les obliga a crear su propio material y marcar sus objetivos diarios, aspecto que por cierto, entregan por medio de fotocopias a los alumnos junto con los success criteria de cada día en cada asignatura. Pudimos observar que, aunque está claro que cada maestrillo tiene su librillo, los materiales que usaban, incluso la decoración de aula referente al trabajo que estaban haciendo en las diferentes áreas, era compartido. Por mi parte, cuando más he disfrutado es viendo cómo trabajan lectoescritura con los más pequeños. Hemos sido muy afortunados de conocer a grandes profesionales que trabajaban en primero y nos han transmitido su entusiasmo por nuestra profesión, además de darnos la oportunidad de enseñar un poquito de español a sus peques. ¡Nos habríamos quedado con ellos muchos días más! El ultimo día pudimos tener un pequeño momento de conversación con los directores de los dos centros colaboradores y la jefa de estudios, mientas disfrutábamos de algunos productos típicos de la zona. Fue muy interesante contrastar puntos de vista sobre organización escolar así como sobre aspectos culturales. Además, eran personas encantadoras. ¡Hemos tenido mucha suerte! Todo esto ha sido el contexto formal de la observación, pero no quiero dejar sin mencionar los grandes momentos que hemos pasado como grupo. El intercambio de impresiones en el colegio, las constantes reflexiones sobre todo lo que veíamos, el estar continuamente hablando sobre estrategias, aplicaciones e ideas que hemos observado en nuestro centro o en otros coles, ha enriquecido aún más estos días y nos hemos traído las maletas, literalmente, llenas de ideas. Hasta nuestro querido taxista Roger ha notado que nuestro equipaje era bastante más pesado a la vuelta. Quiero agradecer al CFPI la oportunidad que nos ha dado y animarle a seguir ayudándonos a vivir estas experiencias tan enriquecedoras tanto a nivel personal como profesional. Y no puedo dejar sin mencionar lo afortunados que somos en Castilla y León por tener los grandes docentes que tenemos en las aulas. Mónica, David, Cristina, Lydia y Álvaro, espero veros pronto y... ¡os deseo lo mejor en vuestro coles! ¡Sois un equipazo! |